Con el nacimiento de la red Ethereum, creada en 2015 por el joven Vitalik Buterin, se abrió una nueva dimensión en las aplicaciones de la blockchain al permitir crear programas de software que se pudieran almacenar en la red y qué éstos ejecuten acciones de acuerdo a reglas y condiciones preestablecidas.

A dichos programas se los denomina Smart Contracts, o Contratos Inteligentes, en español. Cabe destacar que en este contexto la palabra contrato no tiene ninguna implicancia legal o jurídica.

Estas piezas de software son programadas usando lenguajes específicos, los cuales una vez compilados son encapsulados en una transacción y minados en la blockchain y, como todo en este mundo, una vez que algo es escrito, permanecerá inmutable eternamente. Esta situación tiene como consecuencia que una vez minado, si el programador detecta que hay un error en el programa, ya no podrá corregirlo y es por esta razón que deben ser probados exhaustivamente antes de llevarlos a la blockchain.

Las aplicaciones que pueden tener los Smart Contracts son, entre otras:

  • Operaciones de compra-venta
  • Otorgamiento de créditos
  • Votaciones y encuestas
  • Registros de propiedad
  • Creación de NFTs

¿Qué aplicación pueden tener en la industria de viajes?

Una de las aplicaciones que se puede imaginar es la posibilidad de tokenizar servicios turísticos, los cuales puedan ser comprados, vendidos, e intercambiados como si fueran un bien de cambio.

De esta manera se podría por ejemplo intercambiar un ticket aéreo por 3 noches de hotel, o venderlo porque se ha decidido no viajar.

Si bien esto parece aún bastante fantasioso, existen actualmente iniciativas que van en esa dirección. Probablemente esto cambie el paradigma de la comercialización de servicios turísticos, por lo cual habrá que mantenerse actualizado e informado.