Según describe la publicación estadounidense The Verge es “un universo creado en el ciberespacio al que se accede con realidad virtual (básicamente con unas gafas al estilo Oculus) y en el que, idealmente, se podría viajar y vivir  diferentes experiencias de forma compartida con otros millones de usuarios, como por ejemplo: reuniones de trabajo, oficinas virtuales, conciertos, juegos, tiendas o plazas públicas donde encontrarse con sus amigos”.

 Si bien muchos están conociendo este mundo, metaverso no es algo nuevo. Neal Stephenson acuñó el término “metaverso” en su novela Snow Crash de 1992, donde se refería a un mundo virtual en 3D habitado por avatares de personas reales.

 El metaverso ha existido durante décadas pero recién ahora empieza a salir a la superficie. Experiencias de videojuegos como Minecraft, Fortnite y muchos otros son la prueba de que es una plataforma fértil para el desarrollo de tecnologías que primero pueden ser de nicho, pero que luego se pueden masificar. Podemos decir que algo parecido pasó con la plataforma Zoom, esta tecnología de videollamadas ya existía hacía años, pero la necesidad que surgió por la pandemia hizo que en pocos días explotara y se masificara a nivel global.

 ¿Cómo se aplica el Metaverso en el turismo?

El Metaverso está generando expectativas en todos los sectores como una muestra más de que el mundo entero está evolucionando hacia la digitalización. La irrupción del Metaverso en la sociedad está generando una revolución en todo sentido.

 En este nuevo mundo en plena formación, el sector del turismo empieza a jugar un papel fundamental, ya que deberá adaptarse a la “ampliación” del mundo físico al virtual, con espacios que sean capaces de conectar ambas realidades. Las empresas de tours virtuales, hoteles y destinos deberían permitir al usuario vivir la experiencia de visitarlos en 3D. 

 Uno de los planteos en este sentido es si a los destinos les interesa entrar en el metaverso, cuando lo que realmente quieren es que la gente los visite en el mundo real. Una de las posibilidades que se plantean en este sentido, es la oportunidad de utilizar la experiencia virtual a modo de muestra del lugar, permitiendo al turista deambular por sus calles, echar un vistazo a los restaurantes y explorar posibles hoteles, con el fin de inspirarlos a que realicen el viaje de manera física.

 De esta manera, la idea de hacer viajes virtuales está empezando a tomar forma y algunos adelantados ya empiezan a imaginar productos turísticos virtuales, como excursiones, cruceros, paseos y muchas atracciones más. 

También es una oportunidad para que aquellas personas con movilidad reducida puedan viajar de manera virtual.

 Lo que está claro es que metaverso y turismo son dos conceptos que van a estar fuertemente ligados de aquí en adelante. Aunque, la realidad virtual y sus múltiples opciones, todavía son un mundo por explorar para muchas empresas del ámbito turístico, ya están observando los beneficios que puede brindar al negocio. 

La unión entre metaverso y turismo sin duda borrará los límites entre presencialidad y virtualidad.