Es muy común confundir estos dos términos porque sus nombres son similares y porque ambas tecnologías necesitan de un dispositivo tecnológico para acceder a ellas. Mientras la VR permite crear un mundo virtual y crear la sensación de inmersión, la AR permite agregar elementos virtuales al entorno real. Aquí explicamos la diferencia entre ambas tecnologías:   

La realidad aumentada (AR) es el conjunto de tecnologías que permiten que un usuario visualice parte del mundo real a través de un dispositivo tecnológico con información gráfica añadida. Es muy utilizada por los turistas interconectados que demandan más información de los lugares que visitan. Las aplicaciones de realidad aumentada, combinadas con otras tecnologías como la localización, ofrecen experiencias más intensas y enriquecedoras. Algunos ejemplos aplicados al turismo son: encontrar lugares para ir a comer con información detallada, conocer las paradas del medio de transporte indicado para llegar al destino elegido o acceder a información adicional de los lugares visitados, entre otras cosas. 

Por otra parte, la realidad virtual (VR) es un entorno de escenas y objetos de apariencia real, generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en él. Algunos ejemplos de VR aplicados al turismo son: emprender una visita a un museo o recorrer una playa elegida por el usuario a través de un entorno 360º, mediante un dispositivo de VR, desde la comodidad de su hogar.

Cada día hay más propuestas de dispositivos para ambas tecnologías qué se hacen más populares. Entre estos encontramos los cascos de VR más conocidos: Oculus Quest 2 y HTC Vive Cosmos.